El PVC (cloruro de polivinilo) ofrece un material resistente a la erosión y la corrosión adecuado para una variedad de usos de válvulas residenciales, comerciales e industriales. El CPVC (cloruro de polivinilo clorado) es una variante del PVC que es más flexible y puede soportar temperaturas más altas. Tanto el PVC como el CPVC son materiales livianos pero resistentes y resistentes a la oxidación, lo que los hace perfectos para su uso en muchas aplicaciones de agua.
Las válvulas hechas de PCV y CPVC se usan comúnmente en procesos químicos, agua potable, irrigación, tratamiento de agua y aguas residuales, paisajismo, piscinas, estanques, seguridad contra incendios, elaboración de cerveza y otras aplicaciones de alimentos y bebidas. Son una buena solución de bajo costo para la mayoría de las necesidades de control de flujo.
Hora de publicación: 05-dic-2019